martes, 26 de agosto de 2008

ES FALSO QUE NAPOLEÓN FUERA UN VAMPIRO

Como se afirmó en algunas webs

Según ha podido averiguar nuestro equipo de investigadores es absolutamente falso que Napoleón Bonaparte fuera un vampiro, como se ha afirmado en algunos sitios web de dudosa reputación.

Al parecer su suerte en las batallas, de las que siempre se había librado en bastantes buenas condiciones físicas, fomentó el mito de su inmortalidad, lo que creemos puede haber llevado a plantearse la hipótesis que pudiera tratarse de un vampiro como ha sucedido con otros personajes notables de la historia como el médico nazi Carl Værnet, el monarca Carlos II o el ruso Rasputín, quizás el personaje donde su condición vampírica estaba fuera de toda duda.

El destierro en Santa Helena, del que no pudo fugarse, y su muerte, conocida hace relativamente poco por intoxicación con arsénico demostrarían claramente que el emperador Napoleón I no estaba afectado de vampirismo.

Recomendaciones ante los vampiros

Aprovecharemos para recordar los únicos métodos válidos para destruir a un afectado de vampirismo, aunque sobradamente conocidos, son: decapitación, estaca en el corazón y fuego. Por lo que respecta a la acción de los rayos ultravioletas: para destruir a un vampiro por exposición solar, ésta debe ser muy prolongada ya que debe producir la abrasión total de los órganos internos, contrariamente a lo mostrado en el cine.

Los vampiros, también llamados nosferatu, se incomodan ante crucifijos (si han sido bautizados en la fe cristiana cuando aún eran humanos) y en general del aroma del ajo seco pero ninguna de ambas cosas evita un ataque. Aunque estas criaturas pueden enloquecer si no toman sangre al menos una vez por semana su carencia no les lleva a la ‘muerte’, aunque sí los debilita mucho y reduce o incluso anula sus poderes. Para detectar a un vampiro nada mejor que el viejo truco de observar si se refleja en un espejo.

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