GEMELOS IDÉNTICOS DE DISTINTA MADRE

Estupor entre biólogos, genetistas y médicos

Philip G. Peck de 53 y Jack Saint-Rose de 59 son gemelos idénticos a pesar de la diferencia de edad. Pero lo más sorprendente es que su carga genética viene determinada únicamente por el padre. En efecto, Philip y Jack tienen madres distintas. Lo raro pues es que no compartieron útero, ni aún sin coincidir en el tiempo. Se conocían casos de gemelos de distinta edad, incluso de distinto padre, pero no ambas cosas, y en absoluto de distinta madre. La noticia era desconocida incluso para el padre puesto que a pesar de saber que tenía dos hijos con distintas mujeres, por sus problemas con la bebida, nunca se preocupó por ellos, de hecho ninguno lleva su apellido y por lo tanto no apreció la increíble similitud entre ambos.

Así Philip y Jack se conocieron por la insistencia de una vecina de este último que aseguró que el jardinero de la segunda residencia de su cuñado era clavado a él. La vecina fue tan vehemente que hizo que Jack se planteara cruzar dos Estados para conocer al individuo. Fue como verme en un espejo aunque un poco más joven, manifestó Jack. Para Philip la sorpresa fue aún mayor: No me lo podía creer, buscaba como un loco la cámara oculta. Tras la perplejidad inicial decidieron hacerse una prueba genética, sospechando que compartían el mismo progenitor, la sorpresa fue que no había ninguna diferencia genética, eran gemelos.

Los otros casos de gemelos excepcionales conocidos

Samus y Zebulon Blockmann, norteamericanos, eran conocidos en 1854 como The Piano Brothers en su comunidad puesto que eran idénticos pero uno era negro y el otro blanco. En realidad Zebulon sufría de vitiligo, una enfermedad que hace que la piel pierda todo el pigmento.

Jenna y Tara McQuincy, escocesas, eran gemelas de distinto padre, aunque sí tenían la misma edad. Su gestación fue fruto de un ritual mesiánico en el que la madre de ambas fue poseída sucesivamente por veintitrés hombres. Tara murió hace veintisiete años aquejada de Mal de los Rastrojos o Mal de O’Higgins, su hermana también había fallecido de esta extraña enfermedad con anterioridad.

En la localidad ucraniana de Dymer, Sergei i Ivanna Topolenko comparten exactamente la misma carga genética pero a pesar de ello no se parecen en nada. De hecho padre y madre recelaban mútuamente puesto que los niños no se asemejan, para nada, a nadie de la familia. La proximidad de Chernóbil y sus deformidades hacen pensar que en realidad todo se debería a las radiaciones absorbidas por el óvulo escindido.

Masako de 32 años y Naoki Shimabukuro de 27 son el único caso de gemelos de distinta edad que se conocían hasta hoy. Estas japonesas, actualmente residen en Nueva Zelanda y se dedican a la práctica del curling profesional.

Las trillizas idénticas más populares son las argentinas Maria Emilia, Maria Eugenia y Maria Laura Fernández Rousse, conocidas como "Las Trillizas de Oro".

Finalmente José, Juan, Francisco y Luis Rodríguez García en Mora de Rubielos son los únicos cuatrillizos vivos idénticos que se conocen, aunque existen bastantes casos documentados en los siglos XIX i XX. El récord de gemelos idénticos fueron las 5 hermanas Butazzi en la Toscana en el s. XVIII aunque se da poca credibilidad a que fueran realmente idénticas, se cree que en realidad se trató de mellizas.